DESPERTAR AL AMOR

jueves, 31 de marzo de 2011

31 MARZO: repaso (79 – 80)


AUDIOLIBRO


EJERCICIOS


Éstas son las ideas que vamos a utilizar en este repaso:

1. (79) Permítaseme reconocer el problema para que pueda ser resuelto.

2Hoy quiero darme cuenta de que el problema es siempre alguna forma de resentimiento que quiero abrigar. 3Quiero comprender también que la solución es siempre un milagro al que le permito ocupar el lugar del resentimiento. 4Hoy quiero recordar la simpli­cidad de la salvación, reforzando la lección de que sólo hay un problema y sólo una solución. 5El problema es un resentimiento; la solución, un milagro. 6E invito a la solución cuando perdono la causa del resentimiento y le doy la bienvenida al milagro que entonces ocupa su lugar.
2. Para las aplicaciones concretas de esta idea puedes usar las si­guientes variaciones:

2Esto supone un problema para mí que quiero que se resuelva.
3El milagro que se encuentra tras este resentimiento lo resolverá por mí.
4La solución de este problema es el milagro que el problema oculta.

3. (80) Permítaseme reconocer que mis problemas se han resuelto.

2La única razón de que parezca tener problemas es que estoy usando el tiempo indebidamente. 3Creo que el problema ocurre primero, y que debe transcurrir cierto tiempo antes de que pueda resolverse. 4No veo el problema y la solución como acontecimien­tos simultáneos. 5Ello se debe a que aún no me he dado cuenta de que Dios ubicó la solución junto al problema, de manera que el tiempo no los pudiera separar. 6El Espíritu Santo me enseñará esto si se lo permito. 7Y comprenderé que es imposible que yo pudiera tener un problema que no se hubiese resuelto ya.
4. Las siguientes variaciones de la idea de hoy resultarán útiles para las aplicaciones concretas:

2No tengo que esperar a que esto se resuelva.
3La solución a este problema ya se me ha dado, si estoy dispuesto a aceptarla.
4El tiempo no puede separar este problema de su solución.



TEXTO

IX. La curación como resultado de una percepción corregida
1. Dije antes que el Espíritu Santo es la Respuesta. 2Él es la Res­puesta a todo porque conoce la respuesta a todo. 3El ego no sabe lo que es una verdadera pregunta, si bien plantea un sinnúmero de ellas. 4Mas tú puedes aprender lo que es una verdadera pre­gunta a medida que aprendas a poner en duda el valor del ego, y desarrolles así tu capacidad para evaluar sus preguntas. 5Cuando el ego te tiente a enfermar no le pidas al Espíritu Santo que cure al cuerpo; pues eso no sería sino aceptar la creencia del ego de que el cuerpo es el que necesita curación. 6Pídele, más bien, que te enseñe cómo percibir correctamente el cuerpo, pues lo único que puede estar distorsionado es la percepción. 7Sólo la percep­ción puede estar enferma porque sólo la percepción puede estar equivocada.

2. La percepción errónea es el deseo de que las cosas sean diferen­tes de como son. 2La realidad de todas las cosas es totalmente inocua porque la condición de su realidad es la inocuidad total. 3Ésa es también la condición de la conciencia que tienes de su realidad. 4Tú no tienes que buscar la realidad. 5La realidad te buscará y te encontrará cuando satisfagas sus condiciones. 6Sus con­diciones son parte de lo que ella es. 7Y esa parte es lo único que depende de ti. 8El resto tiene lugar por su cuenta. 9Necesitas hacer tan poco, porque tu parte, aunque pequeña, es tan poderosa que te brindará la totalidad. 10Acepta, por lo tanto, la pequeña parte que te corresponde y deja que la totalidad sea tuya.

3. La plenitud cura porque es algo propio de la mente. 2Toda clase de enfermedad, e incluso la muerte, son expresiones físicas del miedo a despertar. 3Son intentos de reforzar el sueño debido al miedo a despertar. 4Ésta es una forma patética de tratar de no ver inutilizando la facultad de ver. 5"Descansa en paz" es una bendición para los vivos, no para los muertos, ya que el descanso procede de despertar, no de dormir. 6Dormir es aislarse; desper­tar, unirse. 7Los sueños son ilusiones de unión porque reflejan las nociones distorsionadas del ego con respecto a lo que significa unirse. 8El Espíritu Santo, no obstante, aprovecha también el tiempo que pasas durmiendo, y puede, si se lo permites, utilizar los sueños que tienes mientras duermes para ayudarte a desper­tar.

4. La manera en que te despiertas indica cómo usaste el tiempo que pasaste durmiendo. 2¿A quién se lo ofreciste? 3¿Bajo que maestro lo pusiste? 4Siempre que te despiertas desanimado es que no se lo ofreciste al Espíritu Santo. 5Sólo cuando te despiertas feliz utilizaste el tiempo que pasaste durmiendo en armonía con Su propósito. 6Dormir puede ciertamente "drogarte" si lo usas inde­bidamente en favor de la enfermedad. 7Dormir no es una forma de muerte de la misma manera en que la muerte no es una forma de inconsciencia. 8La inconsciencia total es imposible. 9Puedes descansar en paz debido únicamente a que estás despierto.

5. La curación es la liberación del miedo a despertar, y la substi­tución de ese miedo por la decisión de despertar. 2La decisión de despertar refleja la voluntad de amar, puesto que toda curación supone la sustitución del miedo por el amor. 3El Espíritu Santo no puede distinguir entre distintos grados de error, pues si ense­ñase que una forma de enfermedad es más grave que otra, estaría enseñando que un error puede ser más real que otro. 4Su función es distinguir únicamente entre lo falso y lo verdadero, y reempla­zar lo falso por lo verdadero.

6. El ego, empeñado siempre en debilitar a la mente, trata de separarla del cuerpo en un intento de destruirla. 2Mas en reali­dad cree que la está protegiendo. 3Esto se debe a que cree que la mente es peligrosa, y que privarte de ella es curarte. 4Pero pri­varte de tu mente es imposible, puesto que eso significaría des­truir lo que Dios creó. 5El ego detesta la debilidad, si bien trata por todos los medios inducirla. 6El ego desea únicamente lo que odia. 7Para el ego eso es perfectamente lógico. 8Y puesto que cree en el poder del ataque, el ego quiere atacar.

7. La Biblia, te exhorta a que seas perfecto, a que sanes todo error, a que no te preocupes por el cuerpo por el hecho de que sea algo separado, y a que hagas todo en mi nombre. 2Mas no se trata solamente de mi nombre, pues nuestra identidad es una identi­dad compartida. 3El Hijo de Dios sólo tiene un Nombre, y se te exhorta a que lleves a cabo obras amorosas porque compartimos esa unicidad. 4Nuestras mentes son íntegras porque son una. 5Si estás: enfermo te estás aislando de mí. 6Mas no te aíslas única­mente de mí, 7sino que te aíslas de ti y de mí.

8. Seguramente habrás comenzado a darte cuenta de que este curso es muy práctico, y de que lo que dice es exactamente lo que quiere decir. 2Yo no te pediría que hicieses algo que tú no puedes hacer, y es imposible que yo pudiese hacer algo que tú no puedas hacer. 3Teniendo esto en cuenta, y teniéndolo en cuenta muy literalmente, nada puede impedir que hagas exactamente lo que yo te pido, y todo te exhorta a que lo hagas. 4Yo no te impongo límites porque Dios no te impone ninguno. 5Cuando te limitas a ti mismo, no somos de un mismo sentir, y eso es lo que es la enfermedad. 6La enfermedad, no obstante, no es algo que se ori­gine en el cuerpo, sino en la mente.. 7Toda forma de enfermedad es un signo de que la mente está dividida y de que no está acep­tando un propósito unificado.

9. La única manera, por lo tanto, en que el Espíritu Santo cura es unificando propósitos. 2Esto se debe a que dicha unificación es el único nivel en el que la curación tiene sentido. 3Re-establecer el significado en un sistema de pensamiento caótico es la manera de sanarlo. 4Tu tarea consiste únicamente en satisfacer las condicio­nes del significado, puesto que el significado en sí es de Dios. 5Por otra parte, tu retorno al significado es esencial para lo que Dios significa porque tu significado es parte de Su significado. 6Tu curación, por lo tanto, es parte de Su salud, puesto que es parte de Su Plenitud. 7Él no puede perder Su Plenitud, pero es posible que tú no la conozcas. 8Con todo, Su Voluntad sigue siendo que tú la conozcas, y Su Voluntad impera para siempre y en todas las cosas.

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