DESPERTAR AL AMOR

viernes, 20 de enero de 2012

20 ENERO: Estoy decidido a ver.

AUDIOLIBRO




EJERCICIOS


Estoy decidido a ver.

1. Hemos tenido hasta ahora una actitud bastante relajada con respecto a nuestras sesiones de práctica. 2Apenas hemos tratado de dirigir el momento en que debes llevarlas a cabo; el esfuerzo requerido por tu parte ha sido mínimo, y ni siquiera se te ha pedido que cooperes o que te intereses activamente en ellas. 3Este enfoque ha sido intencional, y ha sido planeado muy cuidadosa­mente. 4No hemos perdido de vista lo importante que es invertir completamente tu manera de pensar. 5La salvación del mundo depende de ello. 6Mas no podrás ver si te sientes coaccionado, o si te abandonas al resentimiento y a la oposición.

2. Ésta es la primera vez que intentamos establecer cierta estruc­tura. 2No interpretes esto erróneamente como un intento de que­rer ejercer presión o fuerza. 3Deseas la salvación. 4Deseas ser feliz. 5Deseas la paz. 6No lo has logrado todavía porque tu mente no tiene ninguna disciplina, y no puedes distinguir entre la dicha y el pesar, el placer y el dolor, o el amor y el miedo. 7Ahora estás aprendiendo a diferenciar unos de otros. 8Y grande en verdad será tu recompensa cuando lo logres.

3. Tu decisión de querer ver es todo lo que requiere la visión. 2Lo que quieres se te concede. 3No cometas el error de creer que el pequeño esfuerzo que se te pide es una indicación de que nuestro objetivo es de poco valor. 4¿Cómo iba a ser la salvación del mundo un propósito trivial? 5¿Y cómo podría salvarse el mundo si no te salvas tú? 6Dios tiene un solo Hijo, y él es la resurrección y la vida. 7Su voluntad se hace porque se le ha dado pleno poder en el Cielo y en la tierra. 8Con tu decisión de querer ver, se te da la visión.

4. Los ejercicios de hoy consisten en que te recuerdes a ti mismo a lo largo del día que quieres ver. 2La idea de hoy implica tácita­mente también el reconocimiento de que ahora no ves. 3Por lo tanto, cada vez que repites la idea, estás afirmando que estás deci­dido a cambiar tu estado actual por uno mejor, por uno que real­mente deseas.

5. Repite la idea de hoy lentamente y a conciencia por lo menos dos veces por hora, y trata de hacerlo cada media hora. 2No te desanimes si se te olvida hacerlo, pero esfuérzate al máximo por acordarte. 3Las repeticiones adicionales deben aplicarse a cual­quier situación, persona o acontecimiento que te perturbe. 4Pue­des verlos de otra manera, y los verás. 
5Verás lo que desees ver. 6Ésta es la verdadera ley de causa y efecto tal como opera en el mundo.


TEXTO


VIII. El significado del juicio Final


1. Una de las maneras en que puedes corregir la confusión entre la magia y los milagros es recordando que tú no te creaste a ti mismo. 2Tiendes a olvidarte de esto cuando te vuelves egocén­trico, lo cual te coloca en una posición en la que es prácticamente inevitable creer en la magia. 3Tu voluntad de crear te fue dada por tu Creador, Quien estaba expresando esa misma Voluntad en Su creación. 4Puesto que la capacidad de crear reside en la mente, todo lo que creas es necesariamente una cuestión de voluntad. 5De ello se desprende también que lo que haces por tu cuenta es real para ti, mas no lo es en la Mente de Dios. 6Esta distinción básica conduce directamente al verdadero significado del Juicio Final.

2. El juicio Final es una de las ideas más atemorizantes de tu sis­tema de pensamiento. 2Eso se debe a que no entiendes lo que es. 3Juzgar no es un atributo de Dios. 4El Juicio Final se originó a raíz de la separación como uno de los muchos recursos de aprendizaje que se incluyeron en el plan general. 5Del mismo modo en que la separación abarcó un período de millones de años, así el juicio Final se extenderá por un período igualmente largo, o tal vez aún más largo. 6Su duración, no obstante, puede acortarse enorme­mente mediante los milagros, el recurso que acorta el tiempo, pero que no lo abole. 7Si un número suficiente de nosotros llega a alcanzar una mentalidad verdaderamente milagrosa, este proceso de acortar el tiempo puede llegar a ser virtualmente inconmensu­rable. 8Es esencial, no obstante, que te liberes a ti mismo del miedo cuanto antes, pues tienes que escapar del conflicto si es que has de llevar paz a otras mentes.

3. Por lo general, se considera al juicio Final como un proceso que Dios emprendió. 2Pero en realidad son mis hermanos quienes lo emprenderán con mi ayuda. 3El Juicio Final es la última curación, en vez de un reparto de castigos, por mucho que pienses que los castigos son merecidos. 4El castigo es un concepto completamente opuesto a la mentalidad recta, y el objetivo del juicio Final es restituirte tu mentalidad recta. 5Se podría decir que el juicio Final es un proceso de correcta evaluación. 6Significa simplemente que todos llegarán por fin a entender qué es lo que tiene valor y qué es lo que no lo tiene. 7Después de que esto ocurra, la capacidad para elegir podrá ser dirigida racionalmente. 8Pero hasta que no se haga esa distinción, las oscilaciones entre la voluntad libre y la aprisionada no podrán sino continuar.

4. El primer paso hacia la libertad comprende separar lo falso de lo verdadero. 2Éste es un proceso de separación en el sentido cons­tructivo de la palabra, y refleja el verdadero significado del Apo­calipsis. 3Al final cada cual contemplará sus propias creaciones y elegirá conservar sólo lo bueno, tal como Dios Mismo contempló lo que había creado y vio que era bueno. 4A partir de ahí, la mente podrá comenzar a contemplar sus propias creaciones con amor por razón del mérito que tienen. 5Al mismo tiempo, la mente repudiará inevitablemente sus creaciones falsas que, en ausencia de la creencia que las originó, dejarán de existir.

5. El término "Juicio Final" asusta no sólo porque ha sido proyec­tado sobre Dios, sino también por la asociación de la palabra "final" con la muerte. 2Éste es un ejemplo sobresaliente de la per­cepción invertida. 3Si se examina objetivamente el significado del juicio Final, queda muy claro que en realidad es el umbral de la vida. 4Nadie que viva atemorizado puede estar realmente vivo. 5No te puedes someter a ti mismo a tu propio juicio final porque tú no te creaste a ti mismo. 6Puedes, no obstante, aplicarlo signifi­cativamente, y en cualquier momento, a todo lo que has fabri­cado, y retener en la memoria sólo lo creativo y lo bueno. 7Eso es lo que tu mentalidad recta no puede sino dictar. 8El único propó­sito del tiempo es "darte tiempo" para alcanzar ese juicio, 9el cual no es otra cosa que el juicio perfecto con respecto a tus propias creaciones perfectas. 10Cuando todo lo que retengas en la memo­ria sea digno de amor, no habrá ninguna razón para que sigas teniendo miedo. 11Ése es tu papel en la Expiación.

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