DESPERTAR AL AMOR

lunes, 19 de marzo de 2012

19 MARZO: ¡Que los milagros reemplacen todos mis resentimientos!

LECCIÓN 78

AUDIOLIBRO


EJERCICIOS

¡Que los milagros reemplacen todos mis resentimientos!

1. Tal vez aún no esté completamente claro para ti el hecho de que en cada decisión que tomas estás eligiendo entre un resentimiento y un milagro. 2Cada resentimiento se alza cual tenebroso escudo de odio ante el milagro que pretende ocultar. 3Y al alzarlo ante tus ojos no puedes ver el milagro que se encuentra tras él. 4Éste, no obstante, sigue allí aguardándote en la luz, pero en lugar de él contemplas tus resentimientos.

2. Hoy vamos a ir más allá de los resentimientos para contemplar el milagro en lugar de ellos. 2Invertiremos la manera como ves al no dejar que tu vista se detenga antes de que veas. 3No esperare­mos frente al escudo de odio, sino que lo dejaremos caer, y, sua­vemente, alzaremos los ojos en silencio para contemplar al Hijo de Dios.

3. Él te espera tras todos tus resentimientos, y a medida que dejas éstos de lado, él aparecerá radiante de luz en el lugar que antes ocupaba cada uno de ellos. 2Pues cada resentimiento constituye un obstáculo a la visión, mas según se elimina, puedes ver al Hijo de Dios allí donde él siempre ha estado. 3Él se encuentra en la luz, pero tú estabas en las tinieblas. 4Cada resentimiento hacía que las tinieblas fuesen aún más tenebrosas, lo cual te impedía ver.

4. Hoy intentaremos ver al Hijo de Dios. 2No nos haremos los ciegos para no verlo; no vamos a contemplar nuestros resenti­mientos. 3Así es como se invierte la manera de ver del mundo, al nosotros dirigir nuestra mirada hacia la verdad y apartarla del miedo. 4Seleccionaremos a alguien que haya sido objeto de tus resentimientos y, dejando éstos a un lado, lo contemplaremos. 5Quizá es alguien a quien temes o incluso odias; o alguien a quien crees amar, pero que te hizo enfadar; alguien a quien llamas amigo, pero que en ocasiones te resulta pesado o difícil de com­placer; alguien exigente, irritante o que no se ajusta al ideal que debería aceptar como suyo, de acuerdo con el papel que tú le has asignado.

5. Ya sabes de quien se trata: su nombre ya ha cruzado tu mente. 2 En él es en quien pedimos que se te muestre el Hijo de Dios. 3Al contemplarlo sin los resentimientos que has abrigado en su con­tra, descubrirás que lo que permanecía oculto cuando no lo veías, se encuentra en todo el mundo y se puede ver. 4El que era un enemigo es más que un amigo cuando está en libertad de asumir el santo papel que el Espíritu Santo le ha asignado. 5Deja que él sea hoy tu salvador. 6Tal es su función en el plan de Dios, tu Padre.

6. En nuestras sesiones de práctica más largas de hoy lo veremos asumiendo ese papel. 2Pero primero intenta mantener su imagen en tu mente tal como lo ves ahora. 3Pasa revista a sus faltas, a las dificultades que has tenido con él, al dolor que te ha causado, a sus descuidos y a todos los disgustos grandes y pequeños que te ha ocasionado. 4Contempla las imperfecciones de su cuerpo así como sus rasgos más atractivos, y piensa en sus errores e incluso en sus "pecados".

7. Pidámosle entonces a Aquél que conoce la realidad y la verdad de este Hijo de Dios, que se nos conceda poder contemplarlo de otra manera y ver a nuestro salvador resplandeciendo en la luz del verdadero perdón que se nos ha concedido. 2En el santo Nombre de Dios y en el de Su Hijo, que es tan santo como Él, le pedimos:

3Quiero contemplar a mi salvador en éste a quien Tú has designado como aquel al que debo pedir que me guíe hasta la santa luz en la que él se encuentra, de modo que pueda unirme a él.

4 Los ojos del cuerpo están cerrados, y mientras piensas en aquel que te agravió, deja que a tu mente se le muestre la luz que brilla en él más allá de tus resentimientos.

8. Lo que has pedido no se te puede negar. 2Tu salvador ha estado esperando esto hace mucho tiempo. 3Él quiere ser libre y hacer que su libertad sea también la tuya. 4El Espíritu Santo se extiende desde él hasta ti, y no ve separación alguna en el Hijo de Dios. 5Y lo que ves a través de Él os liberará a ambos. 6Mantente muy quedo ahora, y contempla a tu radiante salvador. 7Ningún som­brío resentimiento nubla la visión que tienes de él. 8Le has permi­tido al Espíritu Santo expresar a través de ese hermano el papel que Dios le asignó a Él para que tú te pudieses salvar.

9. Dios te da las gracias por estos momentos de sosiego en que dejas a un lado tus imágenes para ver en su lugar el milagro de amor que el Espíritu Santo te muestra. 2Tanto el mundo como el Cielo te dan las gracias, pues ni uno solo de los Pensamientos de Dios puede sino regocijarse por tu salvación y por la del mundo entero junto contigo.

10. Recordaremos esto a lo largo del día, y asumiremos el papel que se nos ha asignado como parte del plan de Dios para la salva­ción, y no del nuestro. 2La tentación desaparece cuando permiti­mos que todo aquel que se cruza en nuestro camino sea nuestro salvador, rehusándonos a ocultar su luz tras la pantalla de nues­tros resentimientos. 3Permite que todo aquel con quien te encuen­tres, o en quien pienses o recuerdes del pasado, asuma el papel de salvador, de manera que lo puedas compartir con él. 4Por ti y por él, así como por todos los que no ven, rogamos:

5iQue los milagros reemplacen todos mis resentimientos!


TEXTO


Capítulo 8

EL VIAJE DE RETORNO

I. La dirección del plan de estudios


1. El conocimiento no es la motivación para aprender este curso. 2La paz lo es. 3La paz es el requisito previo para alcanzar el cono­cimiento, simplemente porque los que están en conflicto no están en paz, y la paz es la condición necesaria para el conocimiento porque es la condición del Reino. 4El conocimiento sólo puede ser restituido cuando satisfaces sus condiciones .5No es éste un trato que Dios haya hecho, pues Dios no hace tratos. 6Es simplemente el resultado del uso incorrecto que has hecho de Sus leyes en nombre de una voluntad imaginaria que no es la Suya. 7El cono­cimiento es Su Voluntad. 8Si te opones a Su Voluntad, ¿cómo vas a poder gozar de conocimiento? 9Te he dicho lo que el conoci­miento te ofrece, pero tal vez aún no lo consideres algo entera­mente deseable. 10Pues, de lo contrario, no estarías tan dispuesto a descartarlo cuando el ego te pide que le seas leal.

2. Las distracciones del ego tal vez parezcan interferir en tu aprendizaje, pero el ego no tiene realmente ningún poder para distraerte a menos que tú se lo confieras. 2La voz del ego es una alucinación. 3No puedes esperar que te diga: "No soy real". 4No obstante, no se te pide que desvanezcas tus alucinaciones por tu cuenta. 5Se te pide simplemente que las evalúes a la luz de los resultados que te aportan. 6Si dejas de desearlas debido a la pér­dida de paz que te ocasionan, serán eliminadas de tu mente.

3. Cada vez que respondes a la llamada del ego estás haciendo un llamamiento a la guerra, y la guerra ciertamente te priva de la paz. 2Mas en esta guerra no hay adversario. 3Ésta es la re-inter­pretación de la realidad que tienes que hacer para asegurar tu paz, y la única que jamás necesitas hacer. 4Los que percibes como adversarios forman parte de tu paz, a la cual renuncias cuando los atacas. 5¿Cómo se puede tener aquello a lo que se renuncia? 6Compartes para tener, pero no renuncias a lo que compartes. 7Cuando renuncias a la paz, te excluyes a ti mismo de ella. 8Es ésta una condición tan ajena al Reino que te es imposible enten­der el estado que prevalece dentro de él.

4. Lo que aprendiste en el pasado tiene que haberte enseñado lo que no te convenía, por la sencilla razón de que no te hizo feliz. 2Sólo por esto debería ponerse en duda su valor. 3Si el propósito del aprendizaje es producir cambios -y ése es siempre su propó­sito- ¿te sientes satisfecho con los cambios que tu aprendizaje ha producido en ti? 4Si no estás contento con lo que aprendiste es señal evidente del fracaso de dicho aprendizaje, ya que significa que no conseguiste lo que deseabas.

5. El plan de estudios de la Expiación es el opuesto al que tú ela­boraste para ti, y lo mismo se puede decir de su resultado. 2Si el resultado de tu plan de estudios te ha hecho infeliz, y deseas otro diferente, obviamente es necesario que se efectúen cambios en el plan de estudios. 3El primer cambio que debe efectuarse es un cambio de dirección. 4Un plan de estudios que tenga sentido no debe ser inconsistente. 5Si lo planean dos maestros que creen en ideas diametralmente opuestas, no puede ser un plan integrado. 6Si esos dos maestros lo ponen en práctica simultáneamente, cada uno de ellos no hará sino ser un obstáculo para el otro. 7Esto da lugar a fluctuaciones, pero no a un auténtico cambio. 8Los que son volátiles no tienen dirección. 8No pueden decidir ir en una direc­ción determinada porque no pueden abandonar la otra, si bien ésta última no existe. 10Su plan de estudios conflictivo les enseña que todas las direcciones existen, y no les proporciona ninguna base racional sobre la que fundar su elección.

6. Antes de que pueda efectuarse un auténtico cambio de direc­ción es necesario reconocer plenamente la total insensatez de semejante plan de estudios. 2No puedes aprender simultánea­mente de dos maestros que están en completo desacuerdo con respecto a todo. 3Su plan de estudios conjunto constituye una tarea de aprendizaje imposible. 4Te están enseñando cosas com­pletamente diferentes de forma completamente diferente, lo cual sería posible si no fuera porque las enseñanzas de ambos son acerca de ti. 5Ninguno de ellos puede alterar tu realidad, pero si los escuchas a los dos, tu mente estará dividida con respecto a lo que es tu realidad.






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