DESPERTAR AL AMOR

martes, 8 de marzo de 2016

8 MARZO: El Amor me creó a semejanza de Sí Mismo.

AUDIOLIBRO
>


EJERCICIOS


LECCION 67 


El Amor me creó a semejanza de Sí Mismo.

1. La idea de hoy es una afirmación exacta y cabal de lo qué eres. 2Por eso es por lo que eres la luz del mundo. 3Por eso es por lo que Dios te designó como el salvador del mundo. 4Por eso es por lo que el Hijo de Dios apela a ti para su salvación. 5Él se salva por razón de lo que tú eres. 6Hoy haremos todo lo posible por llegar a esta verdad acerca de ti y por darnos cuenta plenamente, aunque sólo sea por un momento, de que es verdad.

 
2. Durante la sesión de práctica más larga pensaremos en tu reali­dad y en su naturaleza completamente inalterada e inalterable. 2Comenzaremos repitiendo esta verdad acerca de ti, y luego pasa­remos unos minutos añadiendo algunos pensamientos afines, tales como:

3La Santidad me creó santo.
4La Bondad me creó bondadoso.
5La Asistencia me creó servicial.
6La Perfección me creó perfecto.

7Cualquier atributo que esté de acuerdo con la definición que Dios tiene de Sí Mismo es apropiado. 8Hoy estamos tratando de enmendar tu definición de Dios y de reemplazarla por la Suya. 9Y también estamos tratando de recalcar el hecho de que tú formas parte de Su definición de Sí Mismo.

 
3. Una vez que hayas reflexionado sobre varios de estos pensa­mientos afines a la idea de hoy, trata, durante un breve intervalo preparatorio, de vaciar tu mente de todo pensamiento y de ir más allá de todas las imágenes y conceptos que tienes de ti mismo hasta llegar a la verdad en ti. 2Si el Amor te creó a semejanza de Su Propio Ser, ese Ser tiene que estar en ti. 3Y tiene que estar en alguna parte de tu mente donde tú lo puedas encontrar.

 
4. Tal vez te resulte necesario repetir la idea de hoy de vez en cuando a fin de reemplazar aquellos pensamientos que te distrai­gan. 2Puede que también descubras que aun esto no es suficiente y que necesitas seguir añadiendo otros pensamientos relaciona­dos con la verdad acerca de ti. 3Sin embargo, tal vez puedas supe­rar todo eso y, valiéndote del intervalo en el que tu mente está libre de pensamientos, quizá puedas llegar a la conciencia de una luz resplandeciente en la cual te reconoces a ti mismo tal como el Amor te creó. 4Confía en que hoy harás mucho por acercarte a esa conciencia, tanto si sientes que has tenido éxito como si no.

 
5. Hoy te resultará especialmente beneficioso practicar la idea del día tan a menudo como puedas. 2Necesitas oír la verdad acerca de ti tan a menudo como sea posible, debido a que tu mente está tan ocupada con falsas imágenes de sí misma. 3Sería sumamente beneficioso que te recordaras, cuatro o cinco veces por hora, o incluso más si fuese posible, que el Amor te creó a semejanza de Si Mismo. 4Oye en esto la verdad acerca de ti.

 
6. Trata de darte cuenta, durante las sesiones de práctica más cor­tas, de que no es tu diminuta y solitaria voz la que te dice esto. 2Se trata de la Voz de Dios, recordándote al Padre y a tu Ser. 3Se trata de la Voz de la verdad, sustituyendo todo lo que el ego te dice acerca de ti mismo con la simple verdad acerca del Hijo de Dios. 4El Amor te creó a semejanza de Sí Mismo.




TEXTO
 
IV. La curación como reconocimiento de la verdad
  
1. La verdad sólo puede ser reconocida y necesita únicamente ser reconocida. 2La inspiración procede del Espíritu Santo, y la cer­teza de Dios, tal como lo estipulan Sus leyes. 3Ambas cosas, por lo tanto, proceden de la misma Fuente, porque la inspiración pro­cede de la Voz que habla en favor de Dios, y la certeza, de las leyes de Dios. 4La curación no procede directamente de Dios, Quien sabe que Sus creaciones gozan de perfecta plenitud. 5Aun así, la curación sigue siendo parte del ámbito de Dios porque procede de Su Voz y de Sus leyes. 6Es el resultado de éstas, en un estado mental que no conoce a Dios. 7Ese estado le es desconocido a Él, y, por lo tanto, no existe, pero aquellos que duermen no son cons­cientes. 8Puesto que no son conscientes, no saben nada.

2. El Espíritu Santo tiene que operar a través de ti para enseñarte que Él mora en ti. 2Es éste un paso intermedio encaminado al conocimiento de que tú estás en Dios porque formas parte de Él. 3Los milagros que el Espíritu Santo inspira no pueden entrañar grados de dificultad porque todas las partes de la creación son de un mismo orden. 4Ésa es la Voluntad de Dios y la tuya. 5Las leyes de Dios así lo estipulan, y el Espíritu Santo te lo recuerda. 6Cuando curas, estás recordando las leyes de Dios y olvidándote de las del ego. 7Dije anteriormente que olvidar es simplemente una forma de recordar mejor. 8Olvidar, por lo tanto, cuando se percibe correctamente, no es lo opuesto a recordar. 9Si se percibe incorrectamente, da lugar a una percepción que está en conflicto con alguna otra cosa, como ocurre con toda percepción inco­rrecta. 10Mas si se percibe correctamente, puede usarse como un medio para escapar del conflicto, como ocurre con toda percep­ción correcta.

3. El ego no quiere enseñarle a nadie lo que ha aprendido, pues eso sería contrario a su propósito. 2Por lo tanto, no aprende nada en absoluto. 3El Espíritu Santo te enseña a usar lo que el ego ha fabricado a fin de enseñarte lo opuesto a lo que el ego ha "apren­dido”. 4Lo que el ego ha aprendido es tan irrelevante como la facultad particular que utilizó para aprenderlo. 5Lo único que tienes que hacer es esforzarte por aprender, pues el Espíritu Santo tiene un objetivo unificado para tus esfuerzos. 6Si se apli­can diferentes facultades a un solo objetivo durante un período de tiempo lo suficientemente largo, las facultades en sí se unifi­can. 7Esto se debe a que se canalizan en una sola dirección, o de la misma manera. 8En última instancia, pues, todas contribuyen a un mismo resultado, y, en virtud de ello, se pone de relieve lo que tienen en común en vez de sus diferencias.

4. Todas las capacidades deben entregársele, por lo tanto, al Espí­ritu Santo, Quien sabe cómo usarlas debidamente. 2Las usa exclu­sivamente para curar porque únicamente te conoce en tu plenitud. 3Al curar aprendes lo que es la plenitud, y al aprender lo que es la plenitud, aprendes a recordar a Dios. 4Te has olvidado de Él, pero el Espíritu Santo entiende que tu olvido tiene que ser transfor­mado en una forma de recordar.

5. El objetivo del ego es tan unificado como el del Espíritu Santo, y por ello sus respectivos objetivos jamás podrán reconciliarse en modo alguno ni desde ningún punto de vista. 2El ego siempre trata de dividir y separar. 3El Espíritu Santo, de unificar y curar. 4A medida que curas, eres curado, ya que el Espíritu Santo no ve grados de dificultad en la curación. 5Curar es la manera de desva­necer la creencia de que existen diferencias; al ser la única manera de percibir a la Filiación como una sola entidad. 6Esta percepción, por lo tanto, está en armonía con las leyes de Dios; aun cuando tiene lugar en un estado mental que no está en armonía con el Suyo. 7La fuerza de la percepción correcta es tan grande que pone a la mente en armonía con la Mente de Dios, pues se encuentra al servicio de Su Voz, la cual mora en todos vosotros.

6. Pensar que puedes oponerte a la Voluntad de Dios es un ver­dadero desvarío. 2El ego cree que puede hacerlo y que puede ofrecerte su propia "voluntad" como regalo. 3Mas esa voluntad no te interesa. 4No es un regalo. 5No es nada en absoluto. 6Dios te ha dado un regalo que simultáneamente tienes y eres. 7Cuando no lo usas, te olvidas de que lo tienes. 8Al no recordarlo, no sabes lo que eres. 9Curar, por consiguiente, es una manera de abordar el conocimiento pensando de acuerdo con las leyes de Dios y reco­nociendo su universalidad. 10Sin este reconocimiento, haces que esas leyes no signifiquen nada para ti. 11Aun así, Sus leyes siguen teniendo sentido, ya que encierran todo el significado que existe, el cual está contenido en ellas.

7. Busca primero el Reino de los Cielos porque ahí es donde las leyes de Dios operan verdaderamente, y no pueden sino operar verdaderamente porque son las leyes de la verdad. 2Pero busca sólo eso, puesto que no puedes encontrar nada más. 3No hay nada más. 4Dios es el Todo de todo en un sentido muy literal. 5Todo ser existe en Él, que es todo Ser. 6Por lo tanto, tú existes en Él, ya que tu Ser es el Suyo. 7Curar es una manera de olvidar la sensación de peligro que el ego ha sembrado en ti, al no reconocer la existencia de éste en tu hermano. 8Esto refuerza al Espíritu Santo en ambos porque significa que te has negado a darle validez al miedo. 9El amor sólo necesita esta invitación. 10El amor llega libremente a toda la Filiación, al ser lo que la Filiación es. 11Cuando despiertas al amor, estás simplemente olvidando lo que no eres, 12lo cual te capacita para recordar lo que sí eres.


1 comentario: