DESPERTAR AL AMOR

miércoles, 18 de mayo de 2016

18 MAYO: El Cielo es la alternativa por la que me tengo que decidir.

AUDIOLIBRO 


 

EJERCICIOS


LECCION 138

El Cielo es la alternativa por la que me tengo que decidir.



1. En este mundo, el Cielo es algo que se elige porque en este mundo se cree que hay alternativas entre las que se puede elegir. 2Pensamos que todas las cosas tienen un opuesto y que elegimos lo que queremos. 3Si el Cielo existe tiene que haber también un infierno, pues es mediante contradicciones como construimos lo que percibimos y lo que pensamos que es real.

2. La creación no conoce opuestos. 2Pero aquí, la oposición es parte de lo que es "real". 3Esta extraña percepción de la verdad es lo que hace que elegir el Cielo parezca ser lo mismo que renun­ciar al infierno. 4En realidad no es así. 5Mas lo que es verdad en la creación de Dios no podrá ponerse de manifiesto aquí hasta que no se refleje en alguna forma que el mundo pueda entender. 6La verdad no puede arribar allí donde sólo podría ser percibida con miedo. 7Pues esto constituiría el error de que la verdad puede ser llevada ante las ilusiones. 8La oposición le niega la bienvenida a la verdad y ésta no puede hacer acto de presencia.

3. Elegir es obviamente la manera de poder escapar de lo que aparentemente son opuestos. 2Tomar una decisión permite que uno de los objetivos en conflicto se convierta en la mira de tus esfuerzos y en lo que empleas el tiempo. 3Si no tomas una deci­sión, desperdicias el tiempo y tus esfuerzos se disipan. 4Éstos son en vano y el tiempo pasa de largo sin que te resulte provechoso. 5No tienes la sensación de haber logrado algo, pues no has conse­guido nada ni aprendido nada.

4. Es necesario que se te recuerde que aunque crees enfrentarte a miles de alternativas, en realidad sólo hay una. 2E incluso ésta tan sólo aparenta ser una alternativa. 3No te dejes confundir por todas las dudas que una miríada de decisiones produciría. 4Tomas solamente una. 5Y una vez que la has tomado, percibes que no fue una decisión en absoluto, 6pues sólo la verdad es ver­dad y nada más lo es. 7No hay opuesto que se pueda elegir en su lugar. 8No hay nada que pueda contradecir la verdad.

5. Toda decisión está basada en lo que se ha aprendido. 2Y la verdad no es algo que se pueda aprender sino tan sólo reconocer. 3En este reconocimiento reside su aceptación, y al aceptarse, se conoce. 4Mas el conocimiento se encuentra más allá de los objeti­vos que nos proponemos enseñar dentro del marco de este curso. 5Nuestros objetivos son objetivos de enseñanza que se logran al aprender cómo alcanzarlos, qué son y qué te ofrecen. 6Tus deci­siones son el resultado de lo que has aprendido, pues se basan en  lo que has aceptado como la verdad con respecto a lo que eres y a lo que son tus necesidades.

6. En este mundo de enajenante complejidad el Cielo parece ser una alternativa en lugar de lo que meramente es. 2De todas las decisiones que has tratado de tomar, ésta es la más sencilla, la definitiva, el prototipo del resto y la que hace que sea innecesario tomar todas las demás. 3Incluso si éstas ya se hubiesen resuelto, aquella seguiría sin resolver. 4Mas cuando la resuelves, las demás se resuelven con ella, pues todas las decisiones parecen ser dife­rentes precisamente para ocultar la verdadera decisión que tienes que tomar. 5He aquí la última y única alternativa mediante la cual se acepta o se niega la verdad.

7. Así pues, hoy comenzamos a examinar la decisión que el tiempo tiene como fin ayudarnos a tomar. 2Tal es su santo propó­sito, diferente ahora del que tú le habías conferido: ser un medio para demostrar que el infierno era real, que toda esperanza acaba en desesperación y que la vida misma finalmente sucumbirá ante la muerte. 3Pues sólo con la muerte se reconcilian los opuestos, ya que poner fin a la contradicción es morir. 4Y así, se considera que la salvación es la muerte, pues la vida se ve como un conflicto.5Resolver el conflicto es, por lo tanto, poner fin a tu vida.

8. Estas creencias descabelladas pueden llegar a arraigarse pro­fundamente y de manera inconsciente, y atenazar a la mente con un terror y una ansiedad tan intensos que le resulta imposible abandonar las ideas que tiene acerca de su propia seguridad. 2Tiene que ser salvada de la salvación, sentirse amenazada para estar a salvo y armarse de una coraza mágica que la proteja de la verdad. 3Y estas decisiones se toman de manera inconsciente para mantenerlas convenientemente protegidas y para que no se puedan cuestionar, someter al escrutinio de la razón o dudar de ellas.

9. El Cielo es algo que se elige conscientemente. 2La elección no puede llevarse a cabo hasta que no se hayan visto y entendido claramente las alternativas. 3Todo lo que se encuentra velado en la penumbra tiene que someterse al entendimiento para ser juz­gado nuevamente, mas esta vez con la ayuda del Cielo. 4Y todos los errores de juicio que la mente cometió previamente pueden ser ahora corregidos, a medida que la verdad los descarta por carecer de causa. 5Ahora no tienen efectos. 6No se pueden ocultar, pues se ha reconocido su insustancialidad.

10. Que el Cielo se elegirá conscientemente es tan seguro como que se dejará de tenerle miedo al infierno una vez que se le saque de su escudo protector de inconsciencia y se le lleve ante la luz. 2¿Quién podría decidir entre lo que ve claramente y lo que no reconoce? 3Por otra parte, ¿quién podría dejar de elegir entre dos alternativas si ve que sólo una de ellas es valiosa y que la otra carece de valor al no ser más que una fuente imaginaria de culpa­bilidad y de dolor? 4¿Quién podría titubear al llevar a cabo una elección como ésa? 5¿Y vamos nosotros acaso a titubear hoy al llevarla a cabo?

11. Al despertar nos decidimos por el Cielo, y dedicamos cinco minutos a asegurarnos de que hemos tomado la única decisión que es cuerda. 2Reconocemos que estamos haciendo una elección consciente entre lo que existe y lo que tan sólo aparenta ser ver­dad. 3Mas cuando se lleva ante la luz de lo que es real, se ve cuán frágil y transparente es su pseudo-existencia. 4Ahora no inspira terror, pues lo que se hizo enorme, vengativo y despiadado de tanto odio, necesita de la oscuridad para dar cobijo al miedo. 5Ahora se reconoce que no fue más que un error trivial y sin importancia.

12. Antes de irnos a dormir esta noche, reafirmaremos la elección que habremos estado llevando a cabo cada hora. 2Y ahora dedica­remos los últimos cinco minutos de nuestro día a la decisión que tomamos al despertar. 3Con el pasar de cada hora hemos reafir­mado nuestra elección con un breve momento de quietud dedi­cado a mantener la cordura. 4Y finalmente, concluiremos el día con lo que sigue a continuación, reconociendo que sólo elegimos lo que realmente queremos:

5El Cielo es la alternativa por la que me tengo que decidir.
6Me decido por él ahora y no cambiaré de parecer, pues es lo único que quiero.




TEXTO


IV. La función del tiempo


1. Y ahora, la razón por la que tienes miedo de este curso debiera ser evidente. 2Pues éste es un curso acerca del amor, ya que es un curso acerca de ti. 3Se te ha dicho que tu función en este mundo es curar, y que tu función en el Cielo es crear. 4El ego te enseña que tu función en la tierra es destruir; y que no tienes ninguna función en el Cielo. 5Quiere, por lo tanto, destruirte aquí y ente­rrarte aquí, sin dejarte otra herencia que el polvo del que cree fuiste "creado". 6Mientras el ego se encuentra razonablemente satisfecho contigo de acuerdo con sus razonamientos te ofrece el olvido. 7Cuando se torna abiertamente despiadado, te ofrece el infierno.

2. No obstante, ni el olvido ni el infierno te resultan tan inacepta­bles como el Cielo. 2Para ti el Cielo es el infierno y el olvido y crees que el verdadero Cielo es la mayor  amenaza que podrías experimentar. 3Pues el infierno y el olvido son ideas que tú mismo inventaste, y estás resuelto a demostrar su realidad para así esta­blecer la tuya. 4Si se pone en duda su realidad crees que se pone en duda la tuya, 5pues crees que el ataque es tu realidad, y que tu destrucción es la prueba final de que tenías razón.

3. Dadas las circunstancias, ¿no sería más deseable estar equivo­cado, aparte del hecho de que, en efecto, lo estás? 2Aunque tal vez se podría argumentar que la muerte indica que antes hubo vida, nadie sostendría que prueba que la vida existe. 3Incluso la vida previa a la que la muerte parece señalar, habría sido inútil si tan sólo hubiese desembocado en la muerte y necesitase de ésta para probar que existió. 4Pones en duda el Cielo, pero no pones en duda la muerte. 5No obstante, podrías sanar y ser sanado si la pusieses en duda. 6Y aunque no sabes lo que es el Cielo, ¿no sería éste más deseable que la muerte? 7Has sido tan selectivo con res­pecto a lo que pones en duda como con respecto a lo que perci­bes. 8Una mente receptiva es mucho más honesta que eso.

4. El ego tiene una extraña noción del tiempo, y ésa podría muy bien ser la primera de sus nociones que empiezas a poner en duda. 2Para el ego el pasado es importantísimo, y, en última instancia, cree que es el único aspecto del tiempo que tiene signifi­cado. 3Recuerda que el hincapié que el ego hace en la culpabilidad le permite asegurar su continuidad al hacer que el futuro sea igual que el pasado, eludiendo de esa manera el presente. 4La noción de pagar por el pasado en el futuro hace que el pasado se vuelva el factor determinante del futuro, convirtiéndolos así en un continuo sin la intervención del presente. 5Pues el ego considera que el pre­sente es tan sólo una breve transición hacia el futuro, en la que lleva el pasado hasta el futuro al interpretar el presente en función del pasado.

5. El "ahora" no significa nada para el ego. 2El presente tan sólo le recuerda viejas heridas, y reacciona ante él como si fuera el pasado. 3El ego no puede tolerar que te liberes del pasado, y aunque el pasado ya pasó, el ego trata de proteger su propia imagen reaccionando como si el pasado todavía estuviese aquí. 4Dicta tus reacciones hacia aquellos con los que te encuentras en el presente tomando como punto de referencia el pasado, empañando así la realidad actual de aquellos. 5De hecho, si sigues los dictados del ego, reaccionarás. ante tu hermano como si se tratase de otra per­sona, y esto sin duda te impedirá conocerlo tal como es. 6Y recibi­rás mensajes de él basados en tu propio pasado, porque, al hacer que el pasado cobre realidad en el presente, no te permitirás a ti mismo abandonarlo. 7De este modo, te niegas a ti mismo el men­saje de liberación que cada uno de: tus hermanos te ofrece ahora.

6. De las sombrías figuras del pasado es precisamente de las que te tienes que escapar. 2No son reales, y no pueden ejercer ningún dominio sobre ti, menos que las lleves contigo. 3Pues contienen las áreas de dolor que hay en tu mente, y te incitan a atacar en el presente como represalia por un pasado que no existe. 4Y esta decisión es una que te acarreará dolor en el futuro. 5A menos que aprendas que todo el dolor que sufriste en el pasado es una ilu­sión; estarás optando por un futuro de ilusiones y echando a per­der las múltiples oportunidades que el presente te ofrece para liberarte. 6El ego quiere conservar tus pesadillas e impedir que despiertes y te des cuenta de que pertenecen al pasado. 7¿Cómo podrías reconocer un encuentro santo si lo percibes simplemente como un encuentro con tu pasado? 8Pues en ese caso no te esta­rías reuniendo con nadie, y el compartir la salvación, que es lo que hace que el encuentro sea santo, quedaría excluido de tu visión. 9El Espíritu Santo te enseña que siempre te encuentras contigo mismo, y el encuentro es santo porque tú lo eres. 10El ego te enseña que siempre te encuentras con tu pasado, y que debido a que tus sueños no fueron santos, el futuro tampoco puede serlo, y el presente no tiene ningún significado.

7. Es evidente que la percepción que el Espíritu Santo tiene del tiempo es exactamente la opuesta a la del ego. 2La razón de ello es igualmente clara, pues la percepción que ambos tienen del propósito del tiempo es diametralmente opuesta. 3Para el Espí­ritu Santo el propósito del tiempo es que éste finalmente se haga innecesario. 4El Espíritu Santo considera que la función del tiempo es temporal, al estar únicamente al servicio de Su función docente que, por definición, es temporal. 5Hace hincapié, por lo tanto, en el único aspecto del tiempo que se puede extender hasta el infinito, ya que el ahora es lo que más se aproxima a la eterni­dad en este mundo. 6En la realidad del "ahora", sin pasado ni futuro, es donde se puede empezar a apreciar lo que es la eterni­dad. 7Pues sólo el "ahora" está aquí, y sólo el "ahora" ofrece las oportunidades de los encuentros santos en los se puede encon­trar la salvación.

8. El ego, por otra parte, considera que la. función del tiempo es extenderse a sí mismo en lugar de extender la eternidad, pues, al igual que el Espíritu Santo, el ego considera que el objetivo del tiempo es el mismo que el suyo. 2El único propósito que el ego percibe en el tiempo, es que, bajo su dirección, haya continuidad entre pasado y futuro, y que el presente  quede excluido a fin de que no se pueda abrir ninguna brecha en su propia continuidad. 3Su continuidad, por consiguiente, te mantiene en el tiempo, mientras que el Espíritu Santo quiere liberarte de él. 4La interpre­tación que el Espíritu Santo hace de los medios para alcanzar la salvación es la que tienes que aprender a aceptar, si quieres com­partir Su objetivo, que no es otro que tu salvación.

9. Tú también interpretarás la función del tiempo según interpre­tes tu propia función. 2Si aceptas que tu función en el mundo del tiempo es curar, harás hincapié únicamente en el aspecto del tiempo en el que la curación puede tener lugar. 3La curación no se puede llevar a cabo en el pasado. 4Tiene que llevarse a cabo en el presente para así liberar el futuro. 5Esta interpretación enlaza el futuro con el presente, y extiende el presente en vez del pasado. 6Mas si crees que tu función es destruir, perderás de vista al pre­sente y te aferrarás al pasado a fin de asegurar un futuro destruc­tivo. 7Y el tiempo será tal como tú lo interpretes, pues, de por sí, no es nada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario