DESPERTAR AL AMOR

jueves, 23 de febrero de 2017

23 FEBRERO: PRIMER REPASO Repaso de lecciones 16 a 20

AUDIOLIBRO



EJERCICIOS


LECCION 54

PRIMER REPASO Repaso de lecciones 16 a 20



Éstas son las ideas para el repaso de hoy:


1. (16) No tengo pensamientos neutros.
2Tener pensamientos neutros es imposible porque todos los pen­samientos tienen poder. 3O bien dan lugar a un mundo falso o bien me conducen al mundo real. 4Pero es imposible que no ten­gan efectos. 5Del mismo modo en que el mundo que veo procede de mis errores de pensamiento, así también el mundo real se alzará ante mis ojos cuando permita que mis errores sean corregi­dos. 6Mis pensamientos no pueden ser simultáneamente verdade­ros y falsos. 7Tienen que ser lo uno o lo otro. 8Lo que veo me muestra si son verdaderos o falsos.

2. (17) No veo cosas neutras.
2Lo que veo da testimonio de lo que pienso. 3Si no pensase no existiría, ya que la vida es pensamiento. 4Permítaseme mirar al mundo que veo como la representación de mi propio estado de ánimo. 5Sé que éste puede cambiar. 6Y sé asimismo que el mundo que veo puede cambiar también.

3. (18) No soy el único que experimenta los efectos de mi manera de ver.
2Si no tengo pensamientos privados, no puedo ver un mundo pri­vado. 3Incluso la descabellada idea de la separación tuvo que compartirse antes de que se pudiese convertir en la base del mundo que veo. 4Sin embargo, cuando se compartió esa idea no se compartió nada. 5Puedo invocar también mis pensamientos reales, los cuales comparto con todo el mundo. 6Así como mis pensamientos de separación invocan pensamientos de separación en otros, mis pensamientos reales despiertan en ellos sus pensa­mientos reales. 7Y el mundo que mis pensamientos reales me muestran alboreará en su visión así como en la mía.

4. (19) No soy el único que experimenta los efectos de mis pensa­mientos.
2No soy el único en nada. 3Todo lo que pienso, digo o hago es una enseñanza para todo el universo. 4Un Hijo de Dios no puede pen­sar, hablar o actuar en vano. 5No puede ser el único en nada. 6Tengo, por lo tanto, el poder de cambiar a todas las mentes junto con la mía porque mío es el poder de Dios.

5. (20) Estoy decidido a ver.
2Puesto que reconozco que la naturaleza de mis pensamientos es que los comparto con todo lo que existe, estoy decidido a ver. 3Veré los testigos que me muestran que la manera de pensar del mundo ha cambiado. 4Veré la prueba de que lo que se ha obrado por mediación mía ha permitido que el amor reemplace al miedo, la risa a las lágrimas y la abundancia a las pérdidas. 5Quiero contemplar el mundo real, y dejar que me enseñe que mi voluntad y la Voluntad de Dios son una.




Instrucciones para la práctica 


Propósito: Repasar las lecciones y así dejar que se adentren en un nivel más profundo. También, ver la relación entre ellas y lo entrelazado que está el sistema de pensamiento al que se te está llevando. 

Ejercicios: Tan a menudo como puedas (sugerencia: cada hora, a la hora en punto), durante al menos dos minutos. 

  • Solo y en un lugar tranquilo, lee una de las cinco lecciones y los comentarios relacionados. Fíjate en que los comentarios como si fueran tus propios pensamientos sobre la idea. Intenta imaginarte que son tus propias palabras. Te ayudará introducir tu nombre a menudo. Esto te preparará para la fase siguiente, en la que tú mismo produces pensamientos semejantes.
  • Cierra los ojos y piensa en la idea y en los comentarios. Concretamente piensa en la idea central del párrafo del comentario. Reflexiona sobre ella. Deja que surjan pensamientos relacionados (utilizando el entrenamiento que has recibido en esa práctica). Si tu mente se distrae, repite la idea y luego vuelve a reflexionar sobre ella. Éste es el mismo ejercicio básico de la Lección 50, en el que activamente piensas sobre las ideas para dejar que se adentren más profundamente en tu mente. 


Observaciones: 

  • Al comienzo y al final del día lee las cinco lecciones. 
  • A partir de entonces, haz una lección por sesión de práctica, el orden no importa. 
  • Haz cada lección por lo menos una vez. 
  • Cumplido eso, concéntrate en una lección determinada si es la que más te atrae. 


Comentario 

Este repaso relaciona estas ideas como un poderoso motivador para cambiar mis pensamientos. 

Mis pensamientos hacen el mundo, ya sea un mundo falso o el mundo verdadero. El mundo que veo es la representación de mi propio estado mental” (2:4). Puedo contribuir a fabricar un mundo de separación, o si elijo mis pensamientos reales, puedo despertar esos pensamientos en otros. “Todo lo que pienso, digo o hago es una enseñanza para todo el universo” (4:3). Al cambiar mi propia mente, puedo cambiar todas las mentes junto con la mía. Cuando me doy cuenta de esto, me lleno de una determinación activa de contemplar el mundo real, de abrir mi mente a los pensamientos que comparto con Dios, y al hacerlo así, transformar el universo. 

Arquímedes es conocido por haber dicho: “Dadme una palanca lo suficientemente larga, y moveré el mundo”. Yo tengo esa palanca. Es mi mente: “porque mío es el poder de Dios” (4:6). Un hombre cuya mente esté completamente transformada transformará todo el mundo. Jesús fue ese hombre, y el impacto de Su pensamiento todavía se está extendiendo, las ondas todavía se están extendiendo en el estanque de la mente. Puedo unirme a Él y añadir el poder de mi mente al Suyo. 

Yo quiero ver “el amor… reemplazar al miedo, la risa… reemplazar a las lágrimas” (5:4). Quiero dejar que esto se haga a través de mí. En cada situación en la que me encuentre hoy, con cada persona que encuentre, que éste sea mi propósito. “Estoy aquí únicamente para ser útil. Estoy aquí en representación de Aquel que me envió” (T.2.V.A.18:2-3). Al permitir que mi mente cambie, llevaré sanación a todos con los que me encuentre hoy



TEXTO


III. La renuncia al ataque


 

1. Como ya hemos puesto de relieve, toda idea tiene su origen en la mente del que la piensa. 2Lo que se extiende desde la mente,. por lo tanto, se encuentra todavía en ella, y la mente se conoce a sí misma por lo que extiende. 3La palabra "conoce" está usada correctamente aquí porque el Espíritu Santo, mediante Su per­cepción imparcial, guarda todavía el conocimiento a salvo en tu mente. 4Dado que Él nunca ataca, no obstaculiza la comunicación de Dios. 5Por lo tanto, el estado de ser nunca se ve amenazado. 6Tu mente, que es semejante a la de Dios, jamás puede ser profa­nada. 7El ego nunca fue parte de ella, ni lo será jamás, pero a través del ego puedes oír, enseñar y aprender lo que no es cierto. 8Te has enseñado a ti mismo a creer que no eres lo que eres. 9No puedes enseñar lo que no has aprendido, y lo que enseñas lo refuerzas en ti al compartirlo. 10Cada lección que enseñas es una lección que tú mismo estás aprendiendo.

2. Por eso es por lo que debes enseñar solamente una lección. 2Si has de verte libre de conflictos, tienes que aprender únicamente del Espíritu Santo y enseñar únicamente con Él. 3Tú eres única­mente amor, mas cuando lo niegas haces de lo que eres algo que tienes que aprender a recordar. 4Dije anteriormente que el men­saje de la crucifixión fue: "Enseña solamente amor, pues eso es lo que eres". 5Ésta es la única lección que está perfectamente unifi­cada porque es la única lección que es una sola. 6La única manera de aprenderla es enseñándola: 7Lo que enseñes es lo que apren­derás." 8Si esto es verdad, como en efecto lo es, no olvides que lo que enseñas te enseña a ti. 9Y no puedes sino creer en lo que proyectas o extiendes.

3. La única seguridad radica en extender el Espíritu Santo porque a medida que ves Su mansedumbre en otros, tu propia mente se percibe a sí misma como totalmente inofensiva. 2Una vez que puede aceptar esto completamente, no ve necesidad alguna de protegerse. 3La protección de Dios alborea entonces sobre ella, asegurándole que está perfectamente a salvo para siempre. 4Los que están perfectamente a salvo son completamente benévolos. 5Bendicen porque saben que son benditos. 6Desprovista de ansie­dad, la mente es totalmente benévola, y puesto que extiende cari­dad, es también caritativa. 7La seguridad no es otra cosa que la completa renuncia al ataque. 8Ninguna transigencia al respecto es posible. 9Si enseñas ataque en cualquier forma que sea, lo habrás aprendido, y ello no podrá sino causarte dolor. 10Con todo, ese aprendizaje no es permanente, y puedes desaprenderlo dejándolo de enseñar.

4. Puesto que no puedes dejar de enseñar, tu salvación radica en enseñar exactamente lo opuesto a lo que el ego cree. 2Así es como aprenderás la verdad que te hará libre y que te mantendrá libre a medida que otros la aprendan de ti. 3La única manera de tener paz es enseñando paz. 4Al enseñarla, no puedes sino aprenderla, pues no puedes enseñar aquello de lo que todavía te disocias. 5Sólo así podrás recobrar el conocimiento que desechaste. 6Para poder compartir una idea tienes primero que disponer de ella. ?Dicha idea despierta en tu mente mediante la convicción que nace de enseñarla. 8Aprendes todo lo que enseñas. 9Enseña sola­mente amor, y. aprende que el amor es tuyo y que tú eres amor.







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