DESPERTAR AL AMOR

lunes, 29 de enero de 2018

29 ENERO: Dios está en todo lo que veo.

AUDIOLIBRO





EJERCICIOS

LECCIÓN 29

Dios está en todo lo que veo.

1. La idea de hoy explica por qué puedes ver propósito en todo. 2Explica por qué nada está separado, por sí mismo o en sí mismo. 3También explica por qué nada de lo que ves tiene significado alguno. 4De hecho, explica cada una de las ideas que hemos usado hasta ahora, y también todas las subsiguientes. 5La idea de hoy es el pilar de la visión.

2. Es probable que a estas alturas te resulte muy difícil entender la idea de hoy. 2Puede que creas que es tonta, irreverente, insen­sata, graciosa e incluso censurable. 3Ciertamente Dios no está en una silla tal como tú la ves. 4No obstante, ayer subrayamos que una simple mesa comparte el propósito del universo. 5lo que comparte el propósito del universo comparte el propósito de su Creador.

3. Trata hoy, pues, de comenzar a aprender a mirar a todas las cosas con amor, con aprecio y con una mentalidad abierta. 2Ahora mismo no las ves. ¿Cómo podrías saber lo que en ellas se encie­rra? 4Nada es como a ti te parece que es. 5Su santo propósito está más allá de tu limitado alcance. 6Cuando la visión te haya mos­trado la santidad que ilumina al mundo, entenderás la idea de hoy perfectamente. 7Y no entenderás cómo pudo jamás haberte resultado difícil.

4. Nuestras seis sesiones de práctica, de dos minutos cada una, deben seguir la norma habitual: comienza repitiendo la idea en tu interior y luego aplícala a aquellos objetos seleccionados al azar que estén a tu alrededor, nombrando específicamente cada uno de ellos. 2Trata de evitar la tendencia a dirigir la selección, que, en el caso de la idea de hoy, puede ser una gran tentación debido a su naturaleza totalmente extraña. 3Recuerda que cual­quier orden que tú intentes imponer le es igualmente extraño a la realidad.

5. Debes, por lo tanto, evitar al máximo ser tú mismo quien dirige la selección de objetos. 2Una lista adecuada podría incluir, por ejemplo


3Dios está en este perchero.
4Dios está en esta revista.
5Dios está en este dedo.
6Dios está en esta lámpara.
7Dios está en ese cuerpo.
8Dios está en esa puerta.
9Dios está en esa papelera.

10Además de repetir la idea de hoy durante las sesiones de prác­tica asignadas, repítela como mínimo una vez por hora, mirando lentamente a tu alrededor mientras repites las palabras para tus adentros sin prisa. 11Por lo menos una o dos veces deberías expe­rimentar una sensación de sosiego mientras haces esto.



Instrucciones para la práctica

Propósito: “Comenzar a aprender a mirar a todas las cosas con amor, con aprecio y con una mentalidad abierta” (3:1). Ver el propósito santo que hay en todo: serte útil, ayudarte, hacerte feliz, estar a tu disposición siempre que lo necesites, protegerte.

Ejercicio más largo: 6 veces, durante dos minutos. 

  • Repite la idea. 
  • Luego aplícala al azar a objetos dentro de tu campo visual, nombrando a cada uno. Di: “Dios está en esta (revista, dedo)” o “Dios está en ese (cuerpo, puerta)”. Date cuenta de que no estás diciendo que Dios esté físicamente en ese objeto de algún modo, sino que Dios le ha dado Su propósito al objeto, un propósito que es parte de Dios. Recuerda tu entrenamiento hasta ahora: empieza cerca de ti y extiéndela más lejos. Mantente mirando al objeto mientras repites la frase. Y asegúrate de evitar “la tendencia a dirigir la selección” (4:2), algo que podría ser más extraño.

Recordatorios frecuentes: Al menos una por hora.
Repite la idea lentamente mientras miras despacio a tu alrededor.


Comentario

“La idea de hoy explica por qué puedes ver propósito en todo. Explica por qué nada está separado, por sí mismo o en sí mismo. También explica por qué nada de lo que ves tiene significado alguno. De hecho, explica cada una de las ideas que hemos usado hasta ahora, y también todas las subsiguientes. La idea de hoy es el pilar de la visión”. (1:1-5)

Está claro que, la idea de hoy es central en el sistema de pensamiento del Curso. No es simplemente una idea agradable y sensiblera. Tampoco es simplemente panteísmo que dice que la naturaleza y Dios son lo mismo. En otra parte, el Curso enseña que “El mundo no existe” (L.132.6:2-3), así que esto no puede significar que la naturaleza y Dios son idénticos. “Ciertamente Dios no está en una silla tal como tú la ves” (2:3)

Tal como yo veo las cosas, nada significa nada. Una mesa es sólo una mesa, una superficie plana para comer, escribir o jugar al póker sobre ella. No tiene un propósito eterno, sus propósitos son todos pasajeros. Vista así, la mesa no revela a Dios sino que ayuda a ocultarle.

Dios no está en la mesa física, pero Él puede verse a través de, o por medio de ella. Si la mesa comparte el propósito del universo, tiene que compartir el propósito del Creador del universo. Ese propósito es nuestra felicidad, nuestra dicha, nuestra compleción, que es necesaria para la Suya. “Todo existe para tu beneficio. Para eso es para lo que es, ése es su propósito, ése es su significado” (L.25.1:5-6).

“Propósito” es la palabra clave en esta lección y en la anterior. Dios está en todo lo que veo porque todo comparte Su Propósito. Mi vista es un velo que oculta la verdad que brilla en todo, pero la visión puede brillar a través de ese velo si se lo permito. Tal como veo, Dios no está en todo, de hecho, Él no está en nada. Si fuera suficiente con la vista física, hace mucho tiempo que todos habríamos visto a Dios. Hicimos nuestra vista para ocultarle; pero si vemos con la Visión de Cristo, todo nos puede revelar a Dios.

“Nada es como a ti te parece que es. Su santo propósito está más allá de tu limitado alcance”. (3.4-5)

Cuando leí esta lección por primera vez, no entendí la afirmación de que la idea de hoy: “Dios está en todo lo que veo”, explicaba la idea anterior de que nada de lo que veo significa nada. Pensándolo bien si Dios está en todo lo que veo, debería darle a todas esas cosas un significado profundo, las vería compartir el propósito del universo, el propósito del Creador. Entonces, ¿cómo se pasa con lógica de “Dios está en todo lo que veo” a “Nada de lo que veo significa nada”?

Finalmente me di cuenta de una distinción que debería haber estado clara desde el principio: la diferencia entre “ver” o “vista” y “visión”. El Curso hace esta distinción continuamente, todo el tiempo; pero como mi mente tiende a pensar en “vista” y “visión” como la misma cosa, no logré darme cuenta aquí. “Vista” se refiere a nuestro modo habitual de ver, nuestra creencia de que lo que nuestros ojos físicos nos muestran es real, cuando realmente es sólo el resultado de un deseo dentro de la mente y la proyección de significado desde la mente y que se pone encima de lo que se ve. Por otra parte, “visión” es completamente otra clase de sentido, que no tiene ninguna relación con los ojos físicos.


Fíjate en que la lección dice: “La idea de hoy es el pilar de la visión” (1:5). “Cuando la visión te haya mostrado la santidad que ilumina al mundo, entenderás la idea de hoy perfectamente” (3:6). Es la visión la que revela a Dios en todo, la simple vista no revela a Dios, por eso es por lo que nada de lo que veo significa nada. “Ahora mismo no las ves (con la visión)” (3:2). Dios está ahí, pero la vista no Le ve, la vista está pasando por alto lo único que le da a todas las cosas el significado que tienen. Por lo tanto, podemos revisar ahora la afirmación anterior para entender: “Nada de lo que veo significa nada, de la manera en que lo veo”. El significado está ahí, pero estoy ciego a él.

“Tienes que negar el mundo que ves, pues verlo te impide tener otro tipo de visión. No puedes ver ambos mundos, pues cada uno de ellos representa una manera de ver diferente, y depende de lo que tienes en gran estima”. (T.13.VII.2:1-2)

La idea de que Dios está en todo es “el pilar de la visión” (1:5). Es la base para “una manera de ver diferente” (T.13.VII.2:2). Para ver a través de la visión, tengo que estar decidido a negar, o a pasar por alto mi modo habitual de ver, que se limita únicamente a lo físico y me informa sólo de lo que mi ego quiere ver. Si reconozco que Dios está en todo y, sin embargo, no Le veo con mis ojos, tiene que haber otro modo de ver y se me llevará a desearlo. Y pediré la visión.

La lección habla del “limitado alcance” de nuestro modo de ver (3:5). A modo de semejanza, imagino que Dios es visible sólo en rayos infrarrojos (por supuesto, Él no es visible en ninguna forma física). Nuestros ojos no ven la radiación infrarroja así que, aunque esté presente, no vemos nada. La gama de la vista física es ahora muy estrecha; hay muchas clases de “luz” que no podemos ver: infrarrojos, ultravioletas, calor, radiación, ondas de radio, microondas, y así sucesivamente. Dios está en todas partes, pero Él está fuera de la gama de nuestra vista física, necesitamos una clase de visión diferente.

Pienso que, en cierto sentido, la lección está intentando suscitar un cierto descontento dentro de nosotros. Provoca la perturbadora pregunta: “Si Dios está en todo, ¿cómo es que no Le veo? Nos hace darnos cuenta de las limitaciones de lo que creíamos que era la “vista”. Nos hace conscientes de su limitado alcance, y provoca en nosotros el deseo de una nueva clase de visión que ve más allá de este limitado alcance, y que ve el propósito del universo en todo.

La lección de mañana continuará dándonos instrucciones para encontrar la visión.







TEXTO

VII. Crear en contraposición a fabricar una imagen propia


1. Todo sistema de pensamiento tiene que tener un punto de par­tida. 2Empieza ya sea creando o fabricando, diferencia ésta a la que ya hemos hecho referencia. 3La semejanza entre ambas cosas reside en el poder que tienen como cimientos. 4Su diferencia, en lo que descansa sobre ellas. 5Ambas son piedras angulares de sistemas de creencias por las que uno rige su vida. 6Creer que un sis­tema de pensamiento basado en mentiras es débil es un error. 7Nada que un Hijo de Dios haya hecho carece de poder. 8Es esen­cial que te des cuenta de esto, pues, de lo contrario, no podrás escapar de la prisión que tú mismo has construido.

2. No puedes resolver el problema de la autoridad menospre­ciando el poder de tu mente. 2Hacer esto es engañarte a ti mismo, y ello te hará daño porque realmente comprendes el poder de la mente. 3Comprendes también que no puedes debilitarla, de la misma manera en que tampoco puedes debilitar a Dios. 4El "dia­blo" es un concepto aterrador porque parece ser sumamente poderoso y sumamente dinámico. 5Se le percibe como una fuerza que lucha contra Dios por la posesión de Sus creaciones. 6El dia­blo engaña con mentiras, y erige reinos en los que todo está en directa oposición a Dios. 7Sin embargo, atrae a los hombres en vez de repelerlos, y éstos están dispuestos a "venderle" sus almas a cambio de regalos sin ningún valor. 8Esto no tiene ningún sentido.

3. Hemos hablado ya de la caída o separación, mas su significado tiene que comprenderse claramente. 2La separación es un sistema de pensamiento que si bien es bastante real en el tiempo, en la eternidad no lo es en absoluto. 3Para el creyente todas sus creen­cias son ciertas. 4En el jardín simbólico se "prohibió" la fruta de un solo árbol. 5Mas Dios no pudo haberla prohibido, o, de lo contra­rio, nadie la habría podido comer. 6Si Dios conoce a Sus Hijos, y yo te aseguro que los conoce, ¿cómo iba a ponerles en una situa­ción en la que su propia destrucción fuese posible? 7AI "árbol pro­hibido" se le llamó "el árbol del conocimiento". 8Sin embargo, Dios creó el conocimiento y se lo otorgó libremente a todas Sus creacio­nes. 9Este simbolismo se ha interpretado de muchas maneras, pero puedes estar seguro de que cualquier interpretación que con­ciba a Dios o a Sus creaciones como capaces de destruir Su Propio propósito es errónea.

4. Comer de la fruta del árbol del conocimiento es una expresión que simboliza la usurpación de la capacidad de auto-crearse. 2Solamente en este sentido no son Dios y Sus creaciones co-creado­res. 3La creencia de que lo son está implícita en el "auto-concepto", o sea, la tendencia del ser a forjar una imagen de sí mismo. 4Las imágenes sólo se pueden percibir, no conocer. 5El conocimiento no puede engañar, pero la percepción sí. 6Puedes percibirte como tu propio creador, pero lo que a lo sumo puedes hacer es creerlo. 7No puedes hacer que sea verdad. 8Y como dije anteriormente, cuando por fin percibas correctamente no podrás sino alegrarte de que así sea. 9Hasta entonces, empero, la creencia de que sí puedes es la piedra angular de tu sistema de pensamiento, y utili­zas todas tus defensas para atacar las ideas que podrían ponerla al descubierto. 10Todavía crees que eres una imagen que tú mismo fabricaste. "Tu mente está en desacuerdo con el Espíritu Santo en este punto, y no hay posibilidad de resolver esto mien­tras te empeñes en creer lo que es literalmente inconcebible. 12Ésa es la razón de que no puedas crear y de que tengas miedo de todo lo que fabricas.

5. La mente puede hacer que la creencia en la separación sea muy real y aterradora, y esta creencia es lo que es el "diablo". 2Es una idea poderosa, dinámica y destructiva que está en clara oposición a Dios debido a que literalmente niega Su Paternidad. 3Examina tu vida y observa lo que el diablo ha hecho. 4Pero date cuenta de que eso que ha hecho se desvanecerá completamente a la luz de la verdad, ya que su cimiento es una mentira. 5El hecho de que Dios te haya creado constituye el único cimiento que no puede ser debilitado, ya que la luz se encuentra en él. 6Tu punto de partida es la verdad, y tienes que retornar a tu Origen. 7Mucho se ha visto desde entonces, pero en realidad no ha ocurrido nada. 8Tu Ser no ha dejado de estar en paz, a pesar de que tu mente está en conflicto. 9Todavía no has retornado lo suficiente, y de ahí que tengas tanto miedo. 10A medida que te acercas a tu Origen, expe­rimentas el miedo a la destrucción de tu sistema de pensamiento como si se tratase del miedo a la muerte. 11Pero la muerte no existe. aLo que existe es la creencia en la muerte.

6. La rama que no da fruto será cortada y se secará. 2¡Alégrate de que sea así! 3La luz brillará desde la verdadera Fuente de la vida, y tu forma de pensar quedará corregida. 4No puede ser de otra manera. 5Tú que tienes miedo de la salvación estás eligiendo la muerte. 6Vida y muerte, luz y oscuridad, conocimiento y percepción, son conceptos irreconciliables. 7Creer que se pueden re­conciliar es creer que Dios y Su Hijo no pueden reconciliarse. 8Sólo la unicidad* del conocimiento está libre de conflicto. 9Tu reino no es de este mundo porque te fue dado desde más allá de él. 10La idea de un problema de autoridad tiene sentido única­mente en este mundo. 11Al mundo no se le abandona mediante la muerte sino mediante la verdad, y la verdad sólo la pueden cono­cer aquellos para quienes el Reino fue creado, y por quienes espera.





Capítulo 4


LAS ILUSIONES DEL EGO



Introducción

1. La Biblia dice que si un hermano te pide que camines con él una milla, que le acompañes dos. 2Ciertamente no sugiere que le retrases en su viaje. 3Tu dedicación a un hermano no puede tam­poco retrasarte a ti. 4Sólo puede conducir a un progreso mutuo. 5El resultado de una dedicación genuina es la inspiración, pala­bra que, si se entiende correctamente, es lo opuesto a la fatiga. 6Estar fatigado es estar des-animado, mas estar inspirado es estar en el espíritu. 7Ser egocéntrico es estar des-animado, mas estar centrado en Sí Mismo, en el buen sentido de la expresión, es estar inspirado o en el espíritu. 8Los verdaderamente inspirados están iluminados y no pueden morar en las tinieblas.

2. Puedes hablar desde el espíritu o desde el ego, según elijas. 2Si hablas desde el espíritu es que has decidido acatar las palabras "Detente y reconoce que yo soy Dios". 3Éstas son palabras inspi­radas porque reflejan conocimiento. 4Si hablas desde el ego estás renegando del conocimiento en vez de ratificándolo, y, por lo tanto, estás des-animándote. 5No te embarques en viajes inútiles, pues ciertamente no llevan a ninguna parte. 6Puede que el ego los desee, pero el espíritu no puede emprenderlos porque nunca está dispuesto a apartarse de sus Cimientos.


3. El viaje a la cruz debería ser el último "viaje inútil". 2No sigas pensando en él, sino dalo por terminado. 3Si puedes aceptarlo como tu último viaje inútil, serás libre también de unirte a mi resurrección. 4Hasta que no lo hagas, estarás desperdiciando tu vida, 5ya que ésta simplemente seguirá siendo una repetición de la separación, de la pérdida de poder, de los esfuerzos fútiles que el ego lleva a cabo en busca de compensación y, finalmente, de la crucifixión del cuerpo o muerte. 6Estas repeticiones continuarán indefinidamente hasta que voluntariamente se abandonen. 7No cometas el patético error de "aferrarte a la vieja y rugosa cruz". 8El único mensaje de la crucifixión es que puedes superar la cruz. 9Hasta que no la superes eres libre de seguir crucificándote tan a menudo como quieras. 10Éste no es el Evangelio que quise ofrecerte. 11Tenemos otro viaje que emprender, y si lees cuidadosa­mente las lecciones que aquí se ofrecen, éstas te ayudarán a pre­pararte para emprenderlo.

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