DESPERTAR AL AMOR

viernes, 5 de enero de 2018

5 ENERO: Nunca estoy disgustado por la razón que creo.

AUDIOLIBRO

 

EJERCICIOS 

 

LECCIÓN 5


Nunca estoy disgustado por la razón que creo.


1.  Esta idea, al igual que la anterior, puede aplicarse a cualquier persona, situación o acontecimiento que creas que te está cau­sando dolor. 2Aplícala específicamente a lo que, según tú, es la causa de tu disgusto, y usa, para describir el sentimiento, el tér­mino que te parezca más preciso. 3El disgusto puede manifes­tarse en forma de miedo, preocupación, depresión, ansiedad, ira, odio, celos o un sinnúmero de otras formas, y cada una de ellas se percibirá como algo diferente. 4Mas no es cierto que sean dife­rentes. 5Sin embargo, hasta que aprendas que la forma no importa, cada una de ellas constituirá materia apropiada para los ejercicios de hoy. 6Aplicar la misma idea a cada una de ellas por separado es el primer paso que te lleva a reconocer finalmente que todas ellas son lo mismo.

2. Al aplicar la idea de hoy a lo que percibas como la causa espe­cífica de cualquier forma de disgusto, usa el nombre del disgusto de que se trate, así como la causa que le atribuyes. 2Por ejemplo:

3No estoy enfadado con ______ por la razón que creo.
4No tengo miedo de _____    por la razón que creo.

3. Pero una vez más, esto no debe sustituir a las sesiones de práctica en las que primero examinas tu mente en busca de lo que crees son las "causas" del disgusto, y las formas de disgusto que, según tú, resultan de ellas.

4. En estos ejercicios, incluso más que en los anteriores, es posible que te resulte más difícil ser imparcial y evitar concederles más importancia a unos temas que a otros. 2Tal vez te resulte útil encabezar los ejercicios con la siguiente afirmación:

3No hay disgustos pequeños. 4Todos perturban mi paz mental por igual.

5. Luego busca en tu mente cualquier cosa que te esté afligiendo, independientemente de si te está afligiendo poco o mucho.

6. Es posible también que te sientas menos dispuesto a aplicar la idea de hoy a algunas de las causas de los disgustos que percibes que a otras. 2De ocurrir eso, piensa en primer lugar en lo siguiente: 

                3No puedo conservar esta forma de disgusto y al mismo tiempo desprenderme de las demás.
            4Para los efectos de estos ejerci­cios, pues, las consideraré a todas como si fuesen iguales.

7. Escudriña luego tu mente durante un minuto más o menos y trata de identificar las diferentes formas de disgustos que te estén perturbando, haciendo caso omiso de la relativa importancia que tal vez les atribuyas. 2Aplica la idea de hoy a cada una de ellas, usando el nombre de la causa del disgusto tal como la percibas, y el del sentimiento tal como lo experimentes.  

 
3Los siguientes son ejemplos adicionales:
4No estoy preocupado acerca de _____ por la razón que creo.
5No estoy deprimido acerca de _____ por la razón que creo. 

6Tres o cuatro veces al día será suficiente.








Instrucciones para la práctica

Propósito: Enseñarte que la causa de tu disgusto no es la situación, la persona o el acontecimiento externo que tú crees. Enseñarte también que tus emociones negativas no son diferentes unas de otras.

Ejercicio: Tres o cuatro veces, de un minuto. Puedes empezar diciendo: “No hay disgustos pequeños. Todos perturban mi paz mental por igual”. Esto está planeado para corregir tu tendencia a descartar algunos disgustos como demasiado insignificantes como para ocuparte de ellos. Durante un minuto o así, busca en tu mente cualquier persona, situación o acontecimiento que te estén afligiendo, por muy ligeramente que sea. Luego aplica la idea sin distinciones a cada una de ellas, diciendo: “No estoy (enfadado, preocupado, deprimido, etc.) por (causa del disgusto) por la razón que creo”. Si quieres quedarte con algunos disgustos porque parecen justificados, di: “No puedo conservar esta forma de disgusto y al mismo tiempo desprenderme de las demás. Para los efectos de estos ejercicios, pues, las consideraré a todas como si fuesen iguales”.

Respuesta a la tentación: Voluntaria.
Además de los periodos de práctica formal, durante el día utiliza libremente la idea a cualquier disgusto que estés experimentando, como un modo de recuperar tu paz mental. Di: “No estoy (enfadado, preocupado, deprimido, etc.) por (causa del disgusto) por la razón que creo”.

Comentario

Para mí, esta lección es una de las herramientas más útiles para sacudir y liberar mi viejo y gastado modo habitual de pensar. “Esta lección, al igual que la anterior, puede aplicarse a cualquier persona, situación o acontecimiento que creas que te está causando dolor” (1:1). Hoy intenta recordar la idea cuando te disgustes, por la razón que sea: ese conductor lento en la carretera justo delante de ti, cuando alguien te ensucia el suelo que acabas de fregar o te rompe tu plato favorito. “Nunca estoy disgustado por la razón que creo”.

Date cuenta de que la lección no identifica cuál es la razón por la que estás disgustado. Eso viene más adelante. Pues ahora el Curso simplemente está intentando deshacer tu creencia deque sabes qué es lo que te está disgustando. Date cuenta también de que no te pide que no estés disgustado. La lección no te pide que estés sin sentimientos negativos como: miedo, preocupación, depresión, ansiedad, ira, odio, celos… (1:3), simplemente te pide que reconozcas que esos sentimientos no los estás experimentando por la razón que crees. Sí, por supuesto, la meta es abandonarlos todos. Pero para hacer eso, tenemos que romper la creencia de que esos sentimientos son cosas distintas con causas distintas… Todos ellos proceden de la misma causa, todos ellos son significados que nosotros proyectamos sobre el mundo que vemos.

Estas 5 primeras lecciones han sido duras, si piensas en ellas. La Lección 1 era sobre abandonar lo que veo. La Lección 2, sobre abandonar mis juicios sobre el significado. La Lección 3, sobre renunciar a mi comprensión. La Lección 4, sobre abandonar mis pensamientos. Y esta Lección, la 5, me lleva a abandonar todo mi sistema de pensamiento, la causa de todos mis disgustos.






TEXTO



IV. Cómo escapar de la oscuridad



1. Escapar de la oscuridad comprende dos etapas: Primera, el reconocimiento de que la oscuridad no puede ocultar nada. 2Este paso generalmente da miedo. 3Segunda, el reconocimiento de que no hay nada que desees ocultar aunque pudieses hacerlo. 4Este paso te libera del miedo. 5Cuando ya no estés dispuesto a ocultar nada, no sólo estarás dispuesto a entrar en comunión, sino que entenderás también lo que es la dicha y la paz.

2. La oscuridad, de hecho, jamás puede ocultar a la santidad, pero tú puedes engañarte a ti mismo al respecto. 2Este engaño te hace temer porque te das cuenta en tu corazón de que es un engaño, y realizas enormes esfuerzos por establecer su realidad. 3El milagro sitúa a la realidad en el lugar que le corresponde. 4A la realidad le corresponde estar, únicamente en el espíritu, y el mila­gro reconoce únicamente la verdad. 5De este modo desvanece las ilusiones que albergas con respecto a ti mismo, y te pone en comu­nión contigo mismo y con Dios. 6El milagro se une a la Expiación al poner a la mente al servicio del Espíritu Santo. 7Así se establece la verdadera función de la mente y se corrigen sus errores, que son simplemente una falta de amor. 8Tu mente puede estar poseí­da por ilusiones, pero el espíritu es eternamente libre. 9Si una mente percibe sin amor, percibe tan sólo un armazón vacío y no se da cuenta del espíritu que mora adentro. 10Pero la Expiación restituye el espíritu al lugar que le corresponde. 11La mente que sirve al espíritu es invulnerable.

3. La oscuridad es falta de luz de la misma manera en que el pecado es falta de amor. 2No tiene cualidades únicas propias. 3Es un ejemplo de la creencia en la "escasez", de la cual sólo se pueden derivar errores. 4La verdad es siempre abundante. 5Los que perci­ben y reconocen que lo tienen todo no tienen necesidades de ninguna clase. 6El propósito de la Expiación es devolvértelo todo, o más bien, devolvérselo a tu conciencia. 7Se te dio todo cuando fuiste creado, exactamente como se les dio a todos los demás.

4. El vacío que el miedo engendra tiene que ser sustituido por el perdón. 2Eso es lo que la Biblia quiere decir con "Ya no habrá muerte", y por lo que yo pude demostrar que la muerte no existe. 3Vine a dar cumplimiento a la ley al re-interpretarla. 4La ley en sí, si se entiende correctamente, sólo ofrece protección. 5Son los que aún no han cambiado su manera de pensar quienes han introdu­cido en la ley la idea de "las llamas del infierno". 6Te aseguro que daré testimonio a través de todo aquel que me lo permita, y en la medida en que me lo permita. 7Aquello de lo que das fe demues­tra tus creencias, y de esta manera las refuerza. 8Aquellos que dan testimonio de mí están expresando, por medio de los mila­gros que obran, que han dejado de creer en la carencia en favor de la abundancia que han aprendido les pertenece.



V. Plenitud y espíritu


1. El milagro es en gran medida como el cuerpo, en el sentido de que ambos son recursos de aprendizaje para facilitar un estado en el que finalmente se hacen innecesarios. 2Cuando se alcanza el estado original de comunicación directa con el espíritu, ni el cuerpo ni el milagro tienen objeto alguno. 3Pero mientras creas que estás en un cuerpo, puedes elegir entre canales de expresión sin amor o canales de expresión milagrosos. 4Puedes fabricar un armazón vacío, pero es imposible que no puedas expresar nada en absoluto. 5Puedes esperar, demorarte, paralizarte o reducir tu creatividad a casi nada, 6pero no puedes abolirla. 7Puedes des­truir tu medio de comunicación, pero no tu potencial. 8Tú no te creaste a ti mismo.

2. La decisión básica del que se ha decidido por el camino de los milagros es no esperar en el tiempo más de lo necesario. 2EI tiempo puede causar deterioro y también puede desperdiciarse. 3El que obra milagros, por lo tanto, acepta gustosamente el factor de control del tiempo. 4Reconoce que cada colapso de tiempo nos acerca más a todos al punto en el que finalmente nos podemos liberar de él y en el que el Hijo y el Padre son uno. 5lgualdad no quiere decir igualdad ahora. 6Cuando cada cual reconozca que lo tiene todo, las aportaciones individuales a la Filiación dejarán de ser necesarias.

3. Cuando la Expiación se haya completado, todos los Hijos de Dios compartirán todas las aptitudes. 2Dios es imparcial. 3Todos Sus Hijos disponen de todo Su Amor, y Él da todos Sus dones libremente a todos por igual. 4"Excepto que os volváis como niños pequeños" significa que a menos que reconozcas plenamente tu completa dependencia de Dios, no podrás conocer el poder real del Hijo en su verdadera relación con el Padre. 5El que los Hijos de Dios sean especiales no procede de una condición de exclusión sino de una de inclusión. 6Todos mis hermanos son especiales. 7Si creen estar privados de algo, su percepción se distorsiona. 8Cuando esto ocurre, toda la familia de Dios -la Filiación- sufre un deterioro en sus relaciones.

4. En última instancia, todo miembro de la familia de Dios tiene que retornar. 2El milagro le llama a retornar porque le bendice y le honra, aun cuando esté ausente en espíritu. 3"De Dios no se hace burla" no es una amenaza, sino una garantía. 4Dios habría sido burlado si alguna de sus creaciones careciese de santidad.5La creación es plena, y la señal de la plenitud es la santidad. 6Los milagros son afirmaciones de Filiación, que es un estado de com­pleción y abundancia.

5. Todo lo que es verdadero es eterno y no puede cambiar ni ser cambiado. 2El espíritu es, por lo tanto, inalterable porque ya es perfecto, pero la mente puede elegir a quién desea servir. 3El único límite en su elección es que no puede servir a dos amos. 4La mente, si así lo elige, puede convertirse en el medio a través del cual el espíritu crea en conformidad con su propia creación. 5De no elegir eso libremente, retiene su potencial creativo, pero se somete a un control tiránico en lugar de a uno Autoritativo. 6Como resultado de ello aprisiona, pues tales son los dictados de los tiranos. 7Cambiar de mentalidad significa poner tu mente a disposición de la verdadera Autoridad.

6. El milagro es señal de que la mente ha elegido dejarse guiar por mí en el servicio a Cristo. 2La abundancia de Cristo es el resultado natural de haber decidido seguirle. 3Hay que arrancar todas las raíces que están a flor de tierra porque no son lo suficientemente profundas como para prestarte apoyo. 4La ilusión de que las raí­ces superficiales pueden arraigarse más y así prestarte apoyo, es una de las distorsiones en las que se basa lo opuesto a la Regla de Oro. 5A medida que se abandonan esos falsos puntales, se experi­menta temporalmente cierta inestabilidad en el equilibrio. 6Sin embargo, no hay nada más inestable que una orientación inver­tida, 7y nada que la mantenga invertida puede conducir a una mayor esta




1 comentario:

  1. Agradezco enormemente ésta página. Este año me he propuesto al leer completo el libro del texto y es de gran ayuda que aquí va la lección diaria y el anexo el texto que corresponde. Al igual que esta presente el audio. Excelente Post. Desde Trujillo Venezuela

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